El edificio ocupa parte de lo que fue el gran palacio del famoso Condestable de Castilla don Miguel Lucas de Iranzo, obra del siglo XV. Su salón interior es la única estancia que se conserva del antiguo palacio mudéjar del siglo XV. Fue lugar de residencia del Condestable de Castilla Miguel Lucas de Iranzo, y de su mujer Doña Teresa de Torres. Su interior está cubierto con un magnífico alfarje mudéjar, ejemplo único de este arte en toda la ciudad. En la actualidad, el edificio pertenece al Patronato de Turismo, Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Jaén.
Los usos que se le han dado a este salón a lo largo de la historia han sido diversos: En época del Condestable se utilizó como sala de recepción del palacio y como lugar de celebración de asambleas, banquetes y bailes. Posteriormente en el siglo XIX, con la adquisición de este por parte del Casino Español, futuro Casino Primitivo se transforma en un gran salón social con sala de baile y biblioteca. Ya en el siglo XX el Casino lo arrienda a la Peña Flamenca que sitúa allí su sede, hasta que en 1984 el Casino dona el edificio al Ayuntamiento de Jaén a cambio de la restauración y utilización de sus salones. Desde entonces es un espacio utilizado como salón de actos por parte del Patronato de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Jaén.
Está dedicado a Ramón Garay, que fue un compositor asturiano de los siglos XVIII y XIX de música religiosa que llegó a ser maestro de la capilla de la Catedral de Jaén y murió en nuestra ciudad.
Se trata de un gran edificio entre las calles Compañía, Montero Moya y Escuelas. Fue colegio y residencia de la Compañía de Jesús entre 1.614 y 1.767, fecha de su expulsión. A partir de ese momento el edificio se convierte en Monte de Piedad y Reales Estudios de la Concordia. Más tarde sería convento de agustinos y después Colegio de Humanidades de Nuestra Señora de la Capilla. Finalmente, en el XIX también sería Instituto de Segunda Enseñanza, Escuela de Magisterio, Museo de Pinturas, Biblioteca Pública y, hoy por hoy, Conservatorio Oficial de Música.
La iglesia, dedicada a San Eufrasio, patrón de la diócesis giennense, tiene fachada con arco de medio punto y escudo de Carlos III. El interior es de tipo jesuítico con doble sistema de tribunas superpuestas, a tenor de la descripción del Catálogo Monumental de la Ciudad de Jaén y su Término. Actualmente funciona como espacio para eventos del Conservatorio de Música que, como decíamos anteriormente, se ubica en el mismo edificio.
Por la calle Escuelas el inmueble cuenta con otra portada, de orden toscano, y una torrecilla mirador, desde donde antiguamente se accedía a las galerías del patio y a los claustros del antiguo convento.
El arco de San Lorenzo formó parte de la antigua iglesia de San Lorenzo, construida entre los siglos XIII y XV. Es una gran muestra del estilo gótico mudéjar. El estilo mudéjar es la combinación de arte islámico y arte cristiano que se daba en zonas de frontera, y debido a la convivencia de las tres culturas en la ciudad durante este período, se va a ver repercutido en el arte. Después de uso de iglesia, funcionó como el hospital Madre de Dios, del que podemos leer en los azulejos “Esta capilla de Jesús Nazareno es.../...del Hospital de la Madre de Dios”.
En esta Capilla sucedieron varios episodios históricos importantes: se velaron los restos de Fernando IV el emplazado y se bautizó a Maximiliano de Austria, tío de Carlos V y se fusiló a Pedro del Alcalde, líder de las guerrillas españolas en Jaén durante la Guerra de Independencia. Se encuentra también enterrado Juan de Olid, secretario del Condestable don Miguel Lucas de Iranzo. Juan de Eslava Galán escribió un libro, En Busca del Unicornio, premio Planeta en el año 1998 y en el que habla de la búsqueda de Juan de Olid del cuerno del unicornio para curar la impotencia del rey Enrique IV.
Fue construido en las huertas del desamortizado Convento de San Francisco, de ahí su nombre. Aprovechando el solar de la que fue huerta del Real Monasterio de S. Francisco de Asís, el Ayuntamiento inauguró en 1870 una amplia plaza de abastos que, tras muchos años de servicio al iniciarse la década de los 40 del siglo XX, se remodeló e hizo de ella un mercado modelo. Ha sido siempre el punto de influencia de mercancías y alimentos más importante de la ciudad y tiene el mejor género de Jaén.
Se encontraba a extramuros de la ciudad, junto con la ermita de San Antonio (hoy en día aún en pie) y la puerta de San Agustín con su monasterio. En su lugar, a día de hoy queda una plaza muy bonita con el mismo nombre. Es una de las zonas verdes más bonitas y céntricas de la ciudad, y encontramos algunas esculturas, como el busto de Bernardo López que fue un poeta de la ciudad de Jaén. Se trata de una escultura realizada en bronce por el escultor Jacinto Higueras Fuentes. Consta de un pedestal con la placa conmemorativa y sobre él el busto de Bernardo López. Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII en 1904. También hay una escultura dedicada a Antonio Jaén, bailaor flamenco.
Como su propio nombre indica, la Calle Maestra es la vía principal de la urbe. Por ella han transitado ciudadanos en cualquier época, desde tiempos remotos. Así, según muchos estudiosos, el origen de esta calle se encuentra en la etapa de dominio romano, donde es posible que fuera una decumanus, esto es, una vía principal dentro de la estructura urbanística del Imperio. La calle estaba ligada a la alta sociedad. Vivían nobles y, además era el centro comercial y de ocio de la ciudad. En la calle también se encontraban los juzgados, precisamente en la parte donde hoy finaliza la trayectoria: la Plaza de la Audiencia. Se trataba de la calle de la alta sociedad, donde también se celebraban todo tipo de actos públicos, como desfiles militares, así como actos religiosos.
El gran protagonista es el teatro Darymelia, gran ejemplo de arquitectura modernista de la ciudad junto con la casa del Reloj en la plaza de Santa María. Fue fundado en el año 1927 como unos cines, dejando a la imaginación el origen del nombre. Existen dos teorías: la primera cuenta que el fundador de los cines tenía dos amantes: Daría y Amelia. Por miedo a que alguna delatara las aventuras que tenía, decidió juntar los dos nombres y llamar al cine Darymelia. La otra teoría dice que el dueño de los cines era viudo de Daría, y vuelve a casarse con otra mujer, Amelia. Para evitar el enfado de su nueva esposa, decidió juntar el nombre de los dos amores de su vida y llamar a los cines Darymelia.