Parada 2: Entre Museos
A. Estación de autobuses

El edificio fue proyectado en la década de 1940, e inaugurado en 1949; anteriormente se usaba como estación de autobuses en la ciudad la Plaza del Deán Mazas. Se trata de un proyecto con vocación claramente racionalista, como lo atestiguan las diversas propuestas que se suceden entre los años 1940 y 1945. Pretende formalizar las ideas del Movimiento Moderno extendidas por Europa con una arquitectura regional racionalista que facilitara el transporte. Se compone de una gran sala de espera y vestíbulo principal de la estación, sobre la que se levanta el hotel. El edificio se cierra sobre sí mismo con un muro que crea el espacio para los andenes, y posee en la entrada una torre de reloj. La resolución de los remates en forma de curva, limpios de ornamento, es una incontestable potencia formal muy característica de los planteamientos arquitectónicos del racionalismo. Destaca la estructura porticada del vestíbulo, prolongada hacia los andenes exteriores como una impotente marquesina volada. Tiene ciertas concesiones a un lenguaje vernáculo historicista en la torre del reloj.

B. Museo Íbero

El museo íbero, es el único museo monográfico de la cultura íbera del mundo. Jaén cuenta con más de 550 yacimientos íberos y es cuna de la cultura íbera. Aquí encontraréis algunas de las esculturas más importantes de estos yacimientos en una exposición basada en los pilares de la sociedad íbera: el héroe, la dama, el príncipe y la diosa.

C. Museo de Jaén

El Museo de Jaén es un edificio de primeros del siglo XX que cuenta con una gran colección arqueológica de la provincia de Jaén que abarca desde período prehistórico hasta Al-Ándalus. También tiene una galería de arte centrada principalmente en los siglos XIX y XX con artistas de la talla de Manuel Ángeles Ortiz (discípulo de Picasso), José Nogué o Zabaleta. También cuenta con un grabado de Pablo Picasso.

D. Parque de la Concordia

El parque de la Victoria es uno de los más céntricos de Jaén. Su antiguo nombre, La Victoria, que se repite en varios lugares de la ciudad, hace referencia a dos batallas que sucedieron en la provincia hace unos cientos de años: Navas de Tolosa y Bailén. Tras la ley de Memoria Histórica, pasó a llamarse Parque de la Concordia.

A finales del siglo XIX, la zona donde se asienta era un paraje insalubre pues daba a las aguas fecales de la ciudad. El médico Eloy Espejo propuso al Ayuntamiento la transformación de esta zona en un parque municipal, pero su proyecto no se construyó hasta veinte años más tarde, en el plan de Ensanche de Luis Berges Martínez. Este plan se aceptó en 1927 pero no se realizó hasta después de la Guerra Civil. En la actualidad, el Parque de la Victoria es el más céntrico de los espacios verdes. Se sitúa en la plaza de las Batallas, entre la Avenida de Madrid y el Paseo de la Estación, ya que con su construcción se pretendía que fuera un gran espacio verde que conectara los dos grandes ejes de crecimiento de la ciudad.

Por sus amplias zonas de sombra, los distintos ambientes que aportan sus múltiples paseos, o tal vez sólo por el remanso de paz que allí se disfruta, estando tan cerca del alboroto del tráfico y las pobladas avenidas, el Parque de la Victoria viene a ser un suspiro de intimidad justo en el corazón de la tumultuosa ciudad. También es un lugar provisto de columpios para niños y fuentes ornamentales que hacen más ameno el transcurrir por allí.

Hoy en día lo conocemos en Jaén como el Parque de los Patos por el estanque que hay en el centro, y es un lugar donde mucha gente viene a pasear o a hacer skate.

E. Plaza de las batallas

El monumento a las Batallas conmemora las batallas más importantes de la provincia que fueron cruciales para la historia de nuestro país. En el lado izquierdo aparecen los soldados cristianos que ganaron la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, empujón importante para el fin de Al-Ándalus y que tuvo lugar en las inmediaciones de Despeñaperros, muy cerca del actual municipio de Santa Elena. La otra batalla crucial fue la batalla de Bailén en 1808, momento en el que las tropas de Napoleón Bonaparte no aguantaron el calor jiennense, no estaban nada preparados y el liderazgo de las tropas españolas además de su análisis estratégico, los llevaron a la victoria. Aun así, hay dos batallas más que sucedieron en nuestra provincia y que también fueron cruciales: la batalla de Baécula, en las II Guerras Púnicas, en la que Escipión arrasó y continuó con la expansión el Imperio Romano, y la batalla de Lopera, durante la Guerra Civil, que supuso un estrepitoso fracaso del Frente Republicano en una ofensiva hacia Córdoba en el que murieron muchos brigadistas internacionales.

La escultura está hecha en bronce, con ambos lados conforme ya los hemos descrito, y una Atenea Niké coronando el monumento. Lo realizó el escultor jiennense Jacinto Higueras y su inauguración fue un acto público de alto nivel, al que acudió José de Prado y Palacios que era Gobernador Civil y vino en representación de la corona (era de Jaén).

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