En las profundidades de Jaén, bajo la emblemática Plaza de Santiago, se encuentra un espacio cargado de historia y memoria: el Refugio Antiaéreo de Santiago. Este lugar, construido durante la Guerra Civil Española (1936-1939), fue diseñado para proteger a la población civil de los bombardeos, como el trágico ataque del 1 de abril de 1937, uno de los episodios más devastadores en la historia de la ciudad.
En plena guerra, Jaén, bajo control republicano, se convirtió en un objetivo estratégico del bando sublevado. El 1 de abril de 1937, la Legión Cóndor, fuerza aérea alemana, bombardeó la ciudad de manera indiscriminada. Este ataque, considerado un preludio de la táctica de terror aéreo que alcanzaría su cúspide en Guernica, causó la muerte de al menos 157 personas, en su mayoría mujeres y niños. Además, destruyó numerosas viviendas y dejó una profunda herida en la comunidad.
Aunque el bombardeo tenía como fin desmoralizar a la población y debilitar la resistencia republicana, también marcó a Jaén como un lugar de sufrimiento y resistencia. Este episodio dejó claro el impacto brutal de los conflictos bélicos sobre la población civil y su vulnerabilidad ante las nuevas formas de guerra aérea.
El refugio de Santiago, al igual que otros construidos en Jaén, fue una respuesta a la necesidad urgente de proteger a los ciudadanos de estos ataques. Este espacio cuenta con galerías reforzadas con hormigón y con capacidad para albergar a unas 1040 personas. Aunque no todos los refugios estaban plenamente operativos durante el bombardeo del 1 de abril, estos lugares representaban una esperanza frente al horror que se vivía en la superficie.
El refugio no solo es una obra de ingeniería funcional, sino también un reflejo del ingenio y la fortaleza de la población en tiempos de adversidad. Durante los bombardeos, quienes se refugiaban aquí buscaban un respiro seguro en medio del miedo y la incertidumbre.
En la actualidad, el Refugio Antiaéreo de Santiago ha sido restaurado y convertido en un espacio cultural y pedagógico. Su interior ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva que revive los momentos de angustia vividos por la población de Jaén. Las recreaciones sonoras de bombardeos, junto con los paneles informativos, transportan a los visitantes a una época en la que cada día era una lucha por sobrevivir.
El refugio también sirve como un punto de reflexión sobre las consecuencias de la guerra y la importancia de la paz. Este espacio no solo recuerda a las víctimas del bombardeo, sino que también invita a las nuevas generaciones a aprender de la historia para evitar repetir los errores del pasado.
El Refugio Antiaéreo de Santiago es mucho más que una obra arquitectónica; es un testimonio del impacto de la Guerra Civil Española en Jaén y un homenaje a la resistencia de su gente. Su conexión con el trágico bombardeo del 1 de abril de 1937 lo convierte en un símbolo de la lucha por la supervivencia en tiempos de conflicto.
Para quienes visiten Jaén, este refugio es una parada obligatoria. Descender a sus galerías es adentrarse en un fragmento crucial de la historia de la ciudad, un lugar donde el pasado cobra vida bajo tierra. Es un recordatorio silencioso pero poderoso de la fragilidad de la paz y la importancia de preservarla.