En el corazón de Jaén, donde confluyen historia, arte y devoción, se encuentra la Plaza de Santa María, un espacio emblemático que ha sido testigo de los momentos más trascendentales de la ciudad. Rodeada de imponentes edificios y cargada de simbolismo, esta plaza es mucho más que un lugar de paso; es el epicentro cultural y monumental de la capital jiennense.
La Plaza de Santa María debe su nombre a la majestuosa Catedral de la Asunción, que domina su paisaje. Este lugar, que antiguamente albergaba el zoco árabe durante la época andalusí, se transformó tras la conquista cristiana en el centro neurálgico de la nueva ciudad. Desde entonces, ha sido el punto de encuentro de los jiennenses, donde se celebran eventos religiosos, políticos y sociales.
El trazado actual de la plaza es fruto de distintas reformas a lo largo de los siglos, especialmente durante el Renacimiento, cuando Jaén comenzó a consolidar su carácter monumental. Hoy en día, es uno de los principales atractivos turísticos y culturales de la ciudad.
El edificio más destacado de la plaza es, sin duda, la Catedral de Jaén, obra maestra del arquitecto Andrés de Vandelvira y una de las catedrales renacentistas más importantes de España. Este templo, declarado Bien de Interés Cultural y candidato a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, impresiona con su fachada monumental y su equilibrio arquitectónico.
En su interior, la catedral alberga uno de los tesoros más venerados de la cristiandad: el Santo Rostro, un lienzo que, según la tradición, fue utilizado por la Verónica para secar el rostro de Cristo camino al Calvario.
La Plaza de Santa María no solo es hogar de la catedral; también está rodeada por otros edificios históricos que completan su esplendor. El Antiguo Palacio Episcopal, con su sobria fachada barroca, y el edificio del Ayuntamiento de Jaén, de estilo neoclásico, enriquecen la perspectiva visual de este espacio.
Además, no podemos olvidar la fuente central, que aporta un toque de armonía al conjunto. Este elemento, presente en muchas plazas andaluzas, subraya la importancia del agua como símbolo de vida y prosperidad.
La Plaza de Santa María sigue siendo un espacio vivo y dinámico. Durante el año, acoge diversas actividades culturales, conciertos, procesiones y celebraciones populares, como la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional. También es el lugar desde donde parte la procesión del Corpus Christi, una de las más importantes de la ciudad.
Por otro lado, es habitual ver a turistas y locales disfrutando de la plaza mientras toman fotografías, descansan en sus bancos o participan en visitas guiadas que destacan su riqueza histórica.
Visitar la Plaza de Santa María es adentrarse en la historia de Jaén, pero también es disfrutar de su presente. Este espacio combina su peso histórico con la vitalidad de la vida cotidiana, ofreciendo una experiencia única a quienes la recorren. Ya sea para admirar la arquitectura renacentista de la catedral, sumergirse en la historia de la ciudad o simplemente disfrutar de un paseo, la plaza invita a conectar con el alma de Jaén.